Si tienes pensado viajar a Asturias, te aseguro que es un destino que no te defraudará. Playas fantásticas, acantilados impresionantes, pueblos que parecen congelados en el tiempo y verde, mucho verde.
Teniendo en cuenta que Asturias cuenta con infinidad de rincones maravillosos y que a nosotros nos faltan muchísimos lugares por conocer, les recomendamos de entre los vistos, los que más nos han gustado.
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Cangas de Onís. Lo más característico de este pintoresco pueblo, es el puente romano en perfecto estado, situado sobre el río Sella. Pero la verdad es que todo en este lugar es digno de ver, sus casas, sus calles, sus tiendas decoradas con un gusto exquisito y no podemos olvidarnos de la comida. En este lugar probamos el mejor menú que nos hemos comido hasta la fecha. Fueron 11€ por persona y constaba de entrantes ibéricos, primer y segundo plato, postre y vino, pero no solo una copa, te ponen la jarra o botella y es toda para ti!!! Al principio, hasta nos daba apuro tomar más de una copa, porque no sabíamos si de verdad era toda para nosotros, pero sí y nos acostumbramos rapidito a esta buena costumbre 🙂
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Lagos de Covadonga y la Santina. Después de haber visto este lugar, podemos decir que ninguna visita a Asturias está completa sin ir a la “La Santina” y a los Picos de Europa. Nosotros tuvimos la suerte de alojarnos en el Hotel El Rincón de Don Pelayo, situado frente al Santuario de Covandoga, en un entorno espectacular. El hotel incluía un desayuno exquisito y el trato inmejorable (de todas formas, siempre que hemos viajado al Norte de España nos han tratado muy bien).
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Estábamos a unos 20 minutos en coche de Los Lagos. El trayecto hacia ellos es precioso, y te encontrarás con animales caminando con total libertad por la carretera (esto nos encantó) Pero lo más impactante del lugar, es cuando te encuentras de frente por primera vez con los lagos, de una belleza indescriptible.
Ahhh, no olviden llevar unos bocadillos y disfrutar comiendo en medio de ese paraje natural. Para nosotros fue un momento mágico.
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Cudillero. Se trata de un pueblo pesquero con casas de mil colores, situado sobre la ladera de una montaña frente al mar.
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Para nosotros es uno de los más bonitos de Asturias y es aquí, donde en un restaurante nos sirvieron como primer plato, un arroz caldoso con el que podría haber comido una familia entera. Aquí enseño la prueba 🙂
No se olviden de este pueblo si visitan Asturias!!
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Oviedo. Nos pareció una ciudad muy cuidada. Nos quedamos tres noches en el Hotel Ibis Budget Oviedo, bastante económico y a 10 minutos caminando de las calles Campoamor y Manuel Pedregal, conocidas como la zona de los vinos, perfecta para disfrutar de un buen rato en unas de sus agradables terrazas.
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También recomendamos que no dejen de ver la catedral gótica de San Salvador y las iglesias de Santa María del Naranco y de San Miguel de Lillo. Se encuentran a las afueras de la ciudad, sobre la ladera del monte Naranco y se accede fácilmente en coche.
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Taramundi En medio de un paisaje completamente verde, se encuentra este lugar que parece anclado en el tiempo. Es un pequeño paraíso para los amantes del senderismo. A través de la web del ayuntamiento de taramundi podrán ver las rutas y los niveles de dificultad . No abandonen este lugar sin pasar por el Conjunto Etnográfico de Teixois y el Museo de los Molinos de Mazonovo, el más grande de Espana.
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Ribadesella. Es un pueblo marinero de ambiente tranquilo y casas preciosas. Frente al mar, en el extremo de la playa de Santa Marina podrás recrearte la vista con las mansiones que allí se encuentran.
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Y enclavada en el Monte Corberu, se encuentra el mirador de la Ermita de la Guía desde donde tendrás unas espectaculares vistas de la ría, el pueblo, las playas, los ancantilados y el mar cantábrico. Para llegar a la ermita puedes hacerlo por las escaleras que se encuentran al final del agradable paseo de la Grúa.
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En definitiva, Asturias merece una visita de unos cuantos días. Nosotros tenemos pensado volver!!